viernes, 10 de julio de 2009

TRABAJO PRACTICO DE RECESO INVERNAL

TRABAJOS DE LA PROFESORA PISANO HISTORIA



martes, 7 de julio de 2009

TRABAJO PRACTICO DE RECESO INVERNAL

Escuela de Educación Media Nº 10 Berazategui
Curso: 1º año 6º división
Espacio Curricular: Historia Argentina y Latinoamericana. Siglo XIX
Profesor: Esteban Gustavo Rozas


Trabajo Práctico.
Actividades.
Lee detenidamente el siguiente texto, que te servirá de base para toda la unidad, que desarrollará los conceptos sobre federalismo y unitarismo, fundamentales para comprender las discusiones y los enfrentamientos político-económicos a partir de 1820 en nuestro país.

¿Un estado unitario o un estado federal?

“El problema de la organización político-económica se reducía entonces a una opción entre dos formas: el establecimiento de un sistema estatal centralizado (doctrina unitaria; o la unión de provincias encabezadas por un gobierno federal (doctrina federal).
“Los unitarios sostenían que para dar al país estabilidad política, incluyendo los diversos grupos regionales en un solo organismo político, era fundamental establecer un gobierno nacional investido de amplios poderes políticos y económicos. Con este punto de vista, la organización estatal centralizada era el único sistema capaz de asegurar una distribución equitativa de los beneficios obtenidos con la consolidación política del país. Los territorios económicamente atrasados, especialmente los que carecían de experiencia para gobernarse por sí mismos y que reclamaban educación y capacidad política, ganarían mucho con el sistema centralizado (…). Las provincias quedarían reducidas a la posición de distritos administrativos cuya autonomía, si se la permitían, sería estrechamente vigilada y fiscalizada por el gobierno central (…).
Aunque la doctrina federalista no negaba la necesidad de una autoridad política central, defendía la más amplia autonomía, fiscal y política de cada provincia (…).Los federalistas rechazaban el argumento, frecuentemente esgrimido por los unitarios, de que la nación no tenía ni los recursos necesarios ni la experiencia para instaurar un complicado sistema de autoridades superpuestas. Sin negar la complejidad del sistema federal, insistían no obstante en que era adaptable a las condiciones argentinas, dada la vastedad del territorio nacional y su consiguiente regionalismo económico y político. Además, las provincias ya habían demostrado su capacidad para establecer y mantener gobiernos locales, no pudiendo aducirse, por los tanto, su inexperiencia política (…)
Cada provincia se esforzaba por alcanzar el mayor grado posible de independencia económica para independizarse de este modo política y financieramente de las otras provincias, especialmente de Buenos Aires. Es verdad que esta política de aislamiento nunca fue llevada hasta el fin, aunque más no fuera que por la razón de que las provincias carecían de los medios necesarios para sostenerse solas económicamente. No obstante, esa política logró formar intereses creados que se nutrían del aislamiento. Los chacareros, los artesanos y los comerciantes locales estaban todos fundamentalmente interesados en que continuara con buen éxito la política de exclusivismo económico. Estos grupos, cuando tuvieron que elegir entre el unitarismo y federalismo, optaron por este último, porque les ofrecía mayor seguridad económica y era más probable que eliminara los peligros de la competencia extranjera y extraprovincial. (…)”
Miron, Burgin, Aspectos económicos del federalismo argentino, Bs. As. Ed. Solar, 1975.
• Relee el texto y subraya, con diferentes colores las ideas políticas de los unitarios y de los federales, respectivamente.
•Reponde por escrito: ¿Cómo pensaba organizar cada grupo el nuevo Estado?

La cuestión económica y el federalismo

El siguiente fragmento pertenece a una nota publicada por la Gaceta de Buenos Aires que expresaba la interpretación del gobierno central sobre las tendencias federales:
“Los federalistas quieren no sólo que Buenos Aires no sea capital, sino que, como pertenecientes a todos los pueblos, divida con ellos el armamento, los derechos de aduana y demás rentas generales: en una palabra, que se establezca la igualdad física entre Buenos Aires y las demás provincias, corrigiendo los consejos de la naturaleza que nos ha dado un puerto y unos campos, un clima y otras circunstancias que le han hecho físicamente superior a otros pueblos …”
Gaceta de Buenos Aires, 15 de diciembre de 1819
• ¿Cuáles son, según el texto, los intereses económicos relacionados con la concepción federalista?

Sobre aspectos económicos del federalismo y del unitarismo

Según el historiador Miron Burgin, durante el período en que sesionó el Congreso, la nacionalización de los derechos de Aduana y su distribución proporcional entre las provincias tuvieron partidarios en todas partes menos en Buenos Aires. Si bien la nacionalización se llevó a cabo, no ocurrió lo mismo con la distribución de las rentas aduaneras que reclamaban las provincias. Esto era incompatible con al doctrina unitaria de centralización.
El diputado por Entre Ríos, Mansilla, expresó, en la sesión del Congreso del 23 de febrero de 1826, las aspiraciones de las provincias en ese aspecto: “La provincia de Buenos Aires, en los cinco años en que los pueblos han estado divididos perteneciendo a sí mismos, ha disfrutado de un derecho exclusivo sobre todos ellos, que es preciso que hoy se le quite para dividirlo entre todos los rublos. (…). ¿Será justo que Buenos Aires sostenga exclusivamente unos derechos que en realidad pertenecen a todos los pueblos?”.
Asimismo, el partido unitario era tradicionalmente contrario al proteccionismo y, como señala Burgin, se inclinaba hacia una mayor liberalidad de la política comercial de Buenos Aires. Por ellos, las demandas de las provincias no encontraban eco en el gobierno. Los reclamos de una política proteccionista se expresaban, por ejemplo, en las instrucciones dadas por la legislatura de Tucumán a sus diputados el 9 de enero de 1826: “Se hará presente al Ejecutivo Nacional (…) los perjuicios y ruinas que ocasiona a los pueblos interiores la libre e ilimitada introducción de toda clase de efectos extranjeros; se solicitan en consecuencia la prohibición al menos indirecta de aquellos artículos o frutos comerciales que producen las provincias del interior al fin de animar por este medio la industria agricultora y de otros ramos que en ellas se cultivan”.

• ¿Con qué instrumentos podía el gobierno nacional prohibir de manera indirecta la introducción de los productos extranjeros, tal como solicitaba Tucumán?
• ¿Por qué Entre Ríos reclamaba el reparto de las rentas sin hacer referencias a la política arancelaria y, en cambio, Tucumán se preocupaba más por la política arancelaria?